Aire contaminado en espacios interiores
Aunque la mayoría de la gente piensa en la contaminación exterior y el smog cuando piensa en la contaminación atmosférica, el aire contaminado es un problema en los espacios interiores, especialmente en aquellos donde la gente pasa mucho tiempo. Estudios de la Agencia de Protección Ambiental de EE. UU. muestran que algunos ambientes interiores pueden, de hecho, tener una peor calidad del aire que los exteriores.
La mala calidad del aire interior a veces puede ser demasiado evidente, como cuando respiras los gases de escape de un automóvil mientras estás atrapado en el tráfico o en un espacio de alto riesgo como un hospital o una escuela llena de niños pequeños.
Sin embargo, quizá le sorprenda saber que el aire de algunos de los espacios en los que pasa gran parte del tiempo, como su casa o su oficina, también puede estar lleno de partículas dañinas en el aire, completamente indetectables para usted.
La calidad del aire interior se ve afectada por una compleja combinación de factores: materiales de construcción, mantenimiento, ventilación, productos de limpieza e incluso la temperatura y los niveles de humedad. También contribuyen a la contaminación del aire las partículas que se liberan al cocinar, al encender velas o chimeneas, e incluso la caspa de mascotas y las partículas que desprendemos de nuestra propia piel.
La calidad del aire interior es especialmente preocupante en espacios confinados o en los que una gran cantidad de personas pasan mucho tiempo, como en el transporte público, en casa o en edificios de oficinas.
El impacto de la mala calidad del aire en nuestra salud varía de persona a persona. Para quienes ya padecen enfermedades, especialmente cardiovasculares o respiratorias, el aire contaminado puede agravar los síntomas. El aire contaminado también puede afectar negativamente a quienes tienen un sistema inmunitario debilitado, como los niños pequeños o los ancianos. Otros, quizás no notemos el efecto de la mala calidad del aire en nuestra salud hasta que hayamos pasado años, o incluso décadas, respirando aire contaminado.
Uno de los métodos más simples para minimizar el impacto del aire contaminado es evitar, en primer lugar, que partículas dañinas entren en el sistema respiratorio, una tarea que puede parecer imposible si tenemos en cuenta la cantidad de lugares que visitamos a diario y el gran volumen de partículas transportadas por el aire.
Sin embargo, una barrera simple como NasalGuard Airborne Particle Blocker es un método discreto y efectivo para garantizar que esté protegido contra el aire contaminado, dondequiera que pase su tiempo.